• marzo 18, 2024

Chocolate amargo: 5 beneficios de consumir un poco todos los días

A pesar de ser un alimento demonizado, el chocolate con alto contenido de cacao tiene múltiples beneficios para la salud.

Cuáles son sus principales aportes
4 de marzo de 2017

El chocolate puede generar múltiples beneficios en la dieta (Shutterstock)
El chocolate es un alimento demonizado en la alimentación de todos los días.

Es común creer que comer chocolate es caer en el inevitable e imperdonable pecado que destruye todas las dietas.

Sin embargo, su versión más pura y saludable, el chocolate amargo sin grandes cantidades de azúcar, grasas saturadas, químicos saborizantes o aromatizantes y calorías tiene múltiples beneficios para la salud.

Esto, sumado a su versatilidad para ser incorporado a recetas, lo convierte en un ingrediente muy importante.

Hay estudios que recomiendan comer entre 7 y 20 gramos de chocolate negro al día y que sostienen que es importante que el chocolate que se consuma esté compuesto al menos de un 65 por ciento de cacao.

Esto lo hace más amargo pero también más saludables. Algunos de sus beneficios más importantes:

Sensación de bienestar general:

Además de por su tan particular sabor, el chocolate definitivamente colabora en una mejora del humor porque contiene triptófano, un aminoácido esencial en la nutrición humana que es utilizado por el cerebro para producir serotonina, un neurotransmisor, también conocido como hormona de la felicidad porque desencadena una sensación generalizada de alegría.

Además contiene feniletilamina, un compuesto orgánico producido por el cerebro, perteneciente al grupo de las anfetaminas.

Se trata de la sustancia bioquímica responsable del amor.

Tanto es así que hasta pueden encontrarse grandes cantidades de ella durante un proceso de enamoramiento

El chocolate amargo es rico en antioxidantes que protegen la salud (Shutterstock)

Por otro lado, un estudio finlandés realizado entre 300 mujeres embarazadas descubrió que las madres que comían más chocolate durante la gestación tuvieron bebés más felices y menos “exigentes.

Según el informe, publicado en la revista New Scientist, los científicos de la Universidad de Helsinki adjudicaron este resultado a las sustancias inherentes al cacao, que también pueden afectar el humor en adultos.

Gran cantidad de fibra:

El chocolate negro con un alto contenido de cacao contiene una cantidad sólida de fibra soluble.

Una barra de 100 gramos de chocolate de 70-85 por ciento de cacao tiene aproximadamente 11 gramos de fibra.

La fibra soluble es la que ayuda a mantener el colesterol controlado, con una sensación de saciedad prolongada y es bueno para la salud digestiva.

Beneficios al cerebro:

Comer chocolate oscuro podría ser una de las claves para mantener el cerebro afilado y asi ayudar a evitar la demencia.

Según el estudio longitudinal Mayne-Syracuse, realizado a través de cuatro décadas, se descubrió que las personas con consumo frecuente de chocolate lograron un mejor desempeño en las pruebas de cerebro.

Buena salud cardíaca:

Comer chocolate negro puede reducir en parte el riesgo de enfermedad cardiovascular. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard demostró que comer chocolate cinco o más veces a la semana impacta significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular, aproximadamente en un 57 por ciento.

El chocolate amargo con altos niveles de cacao es muy beneficioso para la salud (Shutterstock)

El chocolate amargo es rico en flavonoides.

Estos son un antioxidante vegetal que pueden inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”), combatir la formación de coágulos sanguíneos, regular la respuesta inflamatoria de los vasos sanguíneos y controlar la presión arterial.

Además, algunos tipos de flavonoide, por otro lado, también han demostrado poder inhibir tumores agente-inducidos en ratas y ratones.

Beneficios para la piel:

Tanto su consumo como incorporación en mascarillas, puede mejorar notablemente la piel gracias a dos antioxidantes: fenoles y catequinas.

Estos nutrientes regeneran la piel y reducen su inflamación, lo que puede ser muy útil ante una quemadura de sol.

Además humecta y suaviza la superficie dérmica, contiene antioxidantes que luchan contra los radicales libres que causan el envejecimiento, suaviza las arrugas y mejora la circulación.

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