• marzo 19, 2024

La cadena Día se encuentra en su peor momento

Su principal accionista, el millonario ruso Mijail Fridman, hizo una propuesta por todas las acciones.

Pretende renegociar la deuda con los bancos y encarar un plan de venta de activos menos rentables.

El multimillonario ruso Mijail Fridman ya tiene 29% del capital de Dia, pero quiere comprar el total aprovechando el precio bajo.

Por Yanina Otero
En el momento más crítico que atraviesa la cadena española de supermercados Dia apareció una opción de compra por parte de quien es hoy su mayor accionista.

Se trata del multimillonario ruso Mijail Fridman, quien además traería bajo la manga, entre otras cuestiones, un fuerte proceso de reestructuración que incluiría la venta de activos en todos los países donde tiene operaciones, incluyendo la Argentina.

Ayer LetterOne, el fondo comandado por Fridman, hizo una oferta pública de adquisición (OPA) para quedarse con la totalidad de los títulos circulantes de la firma a un precio establecido en 0,67 euros por acción.

Hoy este grupo maneja el 29% del capital social y aspira a quedarse con el 100% de la compañía para luego comenzar a sanear sus complicados números.

La intención del magnate ruso es claramente comprar la cadena de supermercados Dia en este momento en que su valor venía en picada. La acción de la empresa llegó a cotizar a más de 7 euros en 2015 y para este 2019 rondaba a menos de 0,4 euros.

Un negocio redondo en el que claramente los inversores que compraron títulos antes de 2018 salen perdiendo y mucho.

En este contexto ayer las acciones de Dia se dispararon el 63% en la Bolsa española e incluso cerraron por arriba del valor ofrecido por el LetterOne, a 0,70 euros.

El mercado confía en que el grupo inversor se verá en la obligación a incrementar el precio ofrecido para llegar a un acuerdo con los tenedores de títulos y poder llevar adelante su plan de reestructuración.

Ahora bien, lo más jugoso de la historia es que el plan de Fridman traería no sólo una renegociación con los bancos para reestructurar su deuda y un aumento de capital social de 500 millones de euros -necesario para mostrar una mejora en su espalda financiera- sino que también encararía una reconversión total de su negocio.

En primer lugar, en España los analistas de consultoras y bancos de inversión dan prácticamente como un hecho que la empresa cerrará entre 250 y 300 tiendas y se estima que alrededor de 1.600 empleados serán afectados por la medida. Algunos podrán ser trasladados a otros establecimientos pero muchos otros serán despedidos.

Ahora bien, en esta novela la Argentina tiene un capítulo aparte. Aquí la cadena de supermercados tiene poco más de 900 tiendas, de las cuales alrededor de 600 son propias y el resto operan con la modalidad de franquicia.

Tal como les sucede a otras multinacionales que operan en la Argentina, la economía hiperinflacionaria de 2018 le generó un descalabro en sus números globales.

A este panorama se suma además una fuerte retracción en el consumo y por supuesto las generales de la ley como el incremento de los costos y la imposibilidad de acceder a financiación conveniente en el sistema bancario local, un cóctel por demás amargo.

Así es que los analistas consideran que sería esperable que a pedido de los acreedores y dentro de este necesario plan de reestructuración, la compañía ponga en venta todos o algunos de sus activos locales y algunos fuera de España.

En las próximas semanas la compañía tiene que presentar además los resultados de su cuarto trimestre financiero y aquí el panorama tampoco es muy promisorio.

Los analistas ya están adelantando que sus ingresos para el ejercicio 2018 serian de 7.614 millones de euros, un 11% menos respecto al año anterior.

Mientras que la caída en la región Iberia (España y Portugal) será de un 3,7%, hasta los 5.302 millones, las ventas en los mercados emergentes bajarán un 26,9%, hasta 2.276 millones.

En este último cálculo está ubicada la Argentina, que en la práctica es su tercer mercado en ingresos y uno de los que le ha provocado mayores preocupaciones en el último año, desde que entró en recesión económica.

Los expertos alertan que se vienen días clave para la cadena de supermercados, que va camino a convertirse en una empresa cerrada y a punto de comenzar un fuerte saneamiento de su estructura para sobrevivir.

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