Se las robaron todas Chinguenguenchas, Ecobici en Jaque Mate
Los vecinos de Flores son uno de los principales perjudicados por la baja de muchas estaciones de Ecobici, el afano y el vandalismo obligo al gobierno de Larreta a evaluar quitar muchas de ellas.
Igualmente el nuevo sistema llega a más barrios y sumó de a 80.000 personas por mes. Hay quejas porque las estaciones quedan vacías. La Ciudad asegura que el mes que viene habrá 1.000 rodados más.
Domingo de sol radiante. Clima inmejorable, ni caluroso ni muy frío. Una buena oportunidad para usar una de las bicis de Ecobici, el sistema de transporte público de la Ciudad. Bueno, siempre que sea posible conseguir una.
Por momentos la aplicación -BA Ecobici por Tembici- mostraba sólo 16 rodados disponibles en alrededor de 500 anclajes.
En el mapa de estaciones de la zona del área central, Retiro, Recoleta y un sector Palermo, el mapa interactivo mostraba que no había bicis disponibles.
Fue sólo un ejemplo. En rigor, Clarín realizó un relevamiento durante cuatro días: desde el viernes 24 al lunes 27 por la noche. Aún a las 22 horas del lunes, el sistema mostraba muy pocas bicicletas para usar.
La cantidad de bicis naranjas que se ven por las calles demuestra el boom: están por todos lados, a cualquier hora, y muchas estaciones quedan vacías todo el tiempo.
El sistema se encuentra desbordado, y hasta el Gobierno porteño se sorprendió por la alta demanda.
Los números actualizados al 29 de mayo indican que el sistema opera con 315 estaciones y más de 3.400 bicicletas.
Desde que arrancó la nueva concesión, en febrero, lleva acumulados más de 913.836 viajes (antes había acumulado 9 millones entre 2010 y 2018).
Otro número indica el crecimiento: con el sistema anterior se habían anotado 300.000 usuarios. Pero desde que están las bicicletas naranjas, en apenas tres meses ya hay y 239.467 usuarios, a razón de casi 80.000 por mes. Este martes 28 pasado alcanzó el record de viajes por día: 35.000. Y este miércoles, por el paro nacional, el uso de las bicicletas gratuitas creció 21% respecto al miércoles pasado.
Actualmente hay estaciones en 38 barrios, 16 de los cuales se sumaron en el último mes: Belgrano, Nuñez, Saavedra, Villa Urquiza, Coghlan, Villa Ortúzar, Parque Chas, Agronomía, La Paternal, Villa del Parque, Villa Santa Rita, Villa General Mitre, Flores, Floresta, Villa Soldati y Parque Avellaneda.
En la Secretaria de Transporte porteña lo ven como un proceso lógico dentro de una etapa de transición: “Las nuevas bicis de la Ciudad son un furor. Su uso está creciendo de tal forma que provocó el desborde del nuevo sistema. Y es posible que se detecten fallas propias a esta transición.
Estamos hablando de un parque de bicis y estaciones que se está renovando en un 100%, con otro equipamiento y tecnología. Prevemos que los problemas se extiendan por los próximos 10 días. Se espera tener solucionado el proceso e instaladas las 400 estaciones y 4.000 nuevas bicicletas durante junio”.
En tanto, en la operadora Tembici agregaron que “el sistema se encuentra en una fase de implementación. Se renovó en un 100%, con equipamiento de mejor tecnología.
Esto requiere de un proceso complejo de transición, considerando la gran cantidad de usuarios activos”, argumentaron.
Apoyado en un tótem de una de las estaciones cercanas a la terminal de Retiro, Joaquin espera, celular en mano. En la estación hay dos bicis fuera de servicio: “Hace mucho que soy usuario y en estos últimos tiempos la estoy usando de manera intensa, porque me ahorro un tramo de colectivo.
No me cambia la economía, pero es algo y ya tengo la bici muy incorporada a mi dinámica de movilidad.
Pero lo que esta pasando en las últimas semanas es tremendo. No puedo creer que me paso media hora esperando que aparezca una”, contó asombrado y dispuesto a seguir esperando.
Uno de los cambios que trajo la renovación es que se puede vincular la app con una tarjeta de crédito (sólo como garantía, porque el servicio es gratuito). Esto habilitó que el servicio de bicis públicas pueda ser utilizado por turistas, lo que claramente agregó más gente al sistema.
“No estoy de acuerdo. Es un servicio de transporte público para los vecinos, que pagamos con nuestros impuestos”, se quejó Pedro. Estaba esperando su bici en la estación ubicada en el Centro de Convenciones Buenos Aires, en Recoleta. Después de 25 minutos, logró subirse a una.
Efectivamente, por esa zona de la Ciudad -todo el corredor de Libertador- y durante los fines de semanas, se ven muchos turistas paseando. De lunes a viernes,, la bicicleta naranja se puede usar durante una hora; y los sábados, domingos y feriados durante dos.
Otro usuario, que también hacía tiempo en una de las estaciones de Tribunales, aportó sus ideas: “El sistema te permite sacar una nueva bici cinco minutos después de que hayas dejado la anterior, creo que habría que ampliar esta brecha, así habría mas recambio.
Y las dos horas de los fines de semana hay que bajarlas a una hora”, opinó Claudio, vecino de Villa Crespo.
En comparación a las bicis amarillas, las naranjas son más livianas, tienen cambios y un asiento más confortable. Y las luces destellantes se ven por todos lados.
Los usuarios de siempre, los nuevos y los turistas esperan que el sistema se acomode para que tenga sentido.