Estacionamiento regulado: Se vienen los parquimetros en la Comuna 11
Actualmente frenada por sucesivas instancias judiciales, habilitada y rehabilitada por la Legislatura, demorada ahora por la campaña electoral, todo indica que, transcurridos los comicios del 27 de octubre, finalmente se pondrá en marcha la parquimetrización masiva de las calles porteñas.
De esta forma, si los planes del equipo encabezado por Horacio Rodríguez Larreta no se ven alterados, la Ciudad de Buenos Aires pronto pasará de contar con 4.000 plazas de estacionamiento medido ubicadas en el centro, a 120.000 distribuidas a lo largo y ancho de toda la geografía porteña.
Las únicas excepciones -por ahora- serán las comunas 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano) y 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita).
Significa que la parquimetrización alcanzará al 60% de los espacios habilitados para estacionar, según la ONG Proto Comuna Caballito.
La recaudación en juego podría alcanzar la friolera de 25 mil millones de pesos, un salto exponencial respecto de los 302 millones recaudados el año pasado, según cifras oficiales.
El gobierno de Rodríguez Larreta piensa implementar, si gana las elecciones, un sistema arancelado de estacionamiento que abarcará 120.000 plazas. En la actualidad son 4.000.
La recaudación podría alcanzar la friolera de 25 mil millones de pesos, un salto exponencial respecto de los 302 millones recaudados en 2018.
El nuevo sistema contempla la subdivisión de la Ciudad en cinco zonas y tendrá once playas de acarreo, gerenciadas por privados. Las empresas ganadoras de la licitación fueron cuatro: Dakota S.A. (STO) y BRD Sacifi (SEC) -las actuales prestadoras del sistema todavía vigente-, la española Plein Air Park y la rosarina IT Net.
La licitación de la quinta zona quedó desierta, por lo que será licitada en segunda vuelta entre las cuatro operadoras mencionadas.
La recaudación se distribuirá del siguiente modo: el mayor porcentaje de lo embolsado por el estacionamiento medido y la totalidad de lo percibido en materia de multas, quedarán en las arcas de la Ciudad.
Las empresas, por su lado, recibirán una participación menor en la recaudación de los estacionamientos y el porcentaje mayor de los acarreos.
Actualmente, el valor de las multas por mal estacionamiento y el acarreo tienen un costo de $1.800 cada uno. Atención: como su valor se contabiliza en “unidades fijas” atadas al precio de la nafta súper, y esta acumula un alza del 24%, debe descontarse que estas tarifas sufrirán un fuerte reajuste en los próximos meses.
Los automovilistas porteños conocerán tres tipos de tarifa: la sencilla, la “intensiva” o “progresiva” -cuyo costo aumentará con el correr de las horas- y la residente. Se aplicaría también una tarifa “especial” en los alrededores de los eventos masivos.
En el caso de los residentes, estos deberán adaptarse a un nuevo modo de vida. Ocurre que deberán cumplir una serie de requisitos para ser exceptuados del pago del estacionamiento.
En primer lugar, deberán acreditar su domicilio actualizado en el DNI y en la cédula verde del automóvil, y no deber multas ni patentes. Una vez cumplido esto, podrán estacionar en los alrededores de su domicilio con un límite de hasta 200 metros.
Pero además deberán renovar el estacionamiento cada cuatro horas, de lunes a viernes de 8 a 19 y los sábados, de 8 a 14. Quedan exceptuados los domingos y feriados.
La iniciativa parlamentaria para ampliar el estacionamiento medido a todas las arterias de la Ciudad data de finales de 2013, aprobada durante una sesión maratónica.
Esta, sin embargo, fue objetada judicialmente. Le siguieron prórrogas, reformas y nuevas leyes hasta que finalmente, en 2018, la ley 6.036 fue sancionada con 33 votos aportados por los bloques del PRO y la Coalición Cívica, despejando definitivamente el camino para la implementación de los parquímetros.
“La única razón que demora la aplicación es la campaña electoral, imaginate que ahora no es el mejor momento”, sugiere Gustavo Desplats, titular de Proto Comuna Caballito y asesor de la legisladora Patricia Vischi (Evolución). Él fue uno de los que interpuso medidas cautelares y planteos de inconstitucionalidad de la norma.
Desplats proyecta que con el nuevo sistema la Ciudad pasará de 168 mil a 420 mil acarreos anuales. Por las calles porteñas transitan diariamente entre 1,5 y 2 millones de vehículos particulares.
“La ley que pondrán en vigencia es mala. Su finalidad es recaudar, no promover el ordenamiento del tránsito y el transporte de la Ciudad. Y los beneficiados van a ser los empresarios, porque el gobierno porteño es el que va a poner a los funcionarios y policías, no las empresas. Es una copia de las privatizaciones de Menem: se promovió adrede el descontrol para justificar una privatización del sistema.
La alternativa a este modelo gerenciado hubiera sido darle participación a las comunas y consejos consultivos, que ellos propusieran los planos y la distribución del estacionamiento medido y el modo de gestión”, apunta Desplats.
El estacionamiento medido en la Ciudad arrastra casi dos décadas de polémica. Las actuales prestadoras –STO y SEC- aún gerencian concesiones vencidas en 2001, sucesivamente prorrogadas.
En 2018 pagaron un canon irrisorio de $1.300.000, mientras que el Estado porteño aporta hasta el pago las horas extras de los empleados de ambas empresas, además de proporcionar los agentes de control y playas de acarreo.
Con el nuevo sistema, ambos concesionarios seguirán participando de un negocio ahora redoblado, sin haber atravesado ni siquiera una auditoría.