El futsal femenino de Pinocho asciende a Primera División
Pinocho no es solamente un club, se engloba en una comunidad con valores y principios bien marcados desde sus orígenes. La página oficial tiene como base “un gran club de barrio” y así lo es.
El futsal femenino es parte de lo que se viene trabajando a nivel colectivo en el territorio nacional. Pinocho es un modelo a seguir en el futsal, con toda su historia, dejó atrás a nombres como referentes de primera división, como por ejemplo, Gimnasia y Esgrima de la Plata, Huracán o Argentinos Juniors cosechando un total de 83 puntos en toda la temporada. La campaña de Pinocho fue extraordinaria, ya que de los 31 partidos jugados a lo largo del año, tuvo 26 triunfos, 2 empates y 3 derrotas, con una diferencia de goles de 117 a favor.
“Comienza nuestra historia en Primera, y seguiremos construyendo para dejar al club en lo más alto”, destacó el plantel y cuerpo técnico femenino en sus redes sociales. Así, se sumará a la máxima categoría de una disciplina que está creciendo en la categoría femenina. El buen trabajo de Pinocho en el futsal se ve también en las inferiores, ya que la Quinta División de futsal femenina también se consagró campeona.
El club de Manuela Pedraza es un emblema en este deporte a nivel masculino. Tiene varias Copas Libertadores ganadas, y supo reinar durante largo tiempo en la Argentina. Luego el poder económico de instituciones como Boca o San Lorenzo, lejos de la capacidad de un equipo de barrio como es el urquicense, provocó que no tenga los resultados de antes.
Partiendo desde las cuatro bases del club: la misión, ser un club que ofrezca una variedad de actividades deportivas y recreativas, acorde a las necesidades del barrio, los valores con un desarrollo integral, con la promoción del deporte como un estilo de vida que acompaña a los individuos no solo en su desarrollo físico sino también en su formación integral como persona, la visión de ser reconocidos como institución deportiva de referencia con una amplia trayectoria pero con una visión en el futuro y por último, el deporte y la amistad con la salud en el cuerpo y de la mente, es amistad, es crecer. Por eso mismo, Pinocho incentiva a los chicos y chicas para que vayan y practiquen las actividades.
La lucha por el Mundial de futsal femenino
El año pasado, por primera vez 10 jugadoras de futsal, con la argentina Julia Paz Dupuy incluída, se unieron para reclamar a la FIFA compromiso para organizar el primer mundial femenino. La lucha, por la que aún no obtuvieron respuesta de parte de Gianni Infantino, lleva cinco años y se centra en un gran objetivo: que la promesa del mundial, se haga realidad.
“En 1989 FIFA organizó el primer Mundial de fútbol sala masculino. ¿Y el nuestro?” ,comienza el video difundido por la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala (AJFSF) con el reclamo de las futbolistas, al que se sumó la argentina de 22 años, Julia Paz Dupuy.
“La igualdad no puede ser una promesa”, es la frase de Paz Dupuy en las imágenes que se difundieron; por su parte, Ersilia D’Incecco, capitana italiana, reclamó: “Todos los años nos prometen una Copa del Mundo”.
También aparece la brasileña Amandinha, siete veces ganadora del trofeo a la mejor jugadora del mundo, el cual no es entregado por la FIFA, sino que lo da una página web independiente que sigue el día a día del futsal femenino.
“Estoy cansada, pero sé que le debemos esta lucha a las jugadoras que no tuvieron la oportunidad de jugar en una Copa del Mundo. Se la debemos a las niñas pequeñas que recién están aprendiendo a jugar futsal. Este deporte les debe dar oportunidades competitivas. Si una chica tiene hoy 16 años, ¿por qué elegiría jugar futsal si no tenemos Mundiales Sub 17 o Sub 20 como el fútbol; si ni siquiera tenemos un Mundial? ¿Con qué podría soñar una niña que juega futsal?“, insiste Julia Paz Dupuy, que juega en el Poio Pescamar, de Pontevedra, un club español de futsal femenino en el que las jugadores cobran por la actividad y es uno de los tres equipos profesionales en la primera división del país europeo.
