• marzo 19, 2024

La canción rock con espíritu indie

“Temporada de Huracanes” es el segundo disco de la banda afincada en la Plata que mezcla elementos del retro rock, el shoegaze, el rock sónico y el dark para conjugar un interesante puñado de canciones.

El disco comienza con la guitarrera “Interestelar” con un formato muy cuidado, ciertos climas new wave, el tratamiento de la batería a cargo de Agustín Ramos Costa recuerda al sonido buscado a finales de los 70 y principios de los 80, cuando el punk se desvanecía. Mientras que en la letra se da una búsqueda existencial.

El rasguido de la guitarra abre “Temporada de Huracanes” con un clima melancólico y la voz de Sebastián Coronel ganando en emotividad con el estribillo hasta que en la mitad de la canción, las guitarras de Nicolás Adrover y el propio Coronel desatan una tormenta eléctrica.

“Figuras de un amor” es un medio tempo que recuerda a los climas más tranquilos de los Pixies y Weezer, con una interesante letra de Coronel que relata situaciones urbanas, con las guitarras como piloto principal.

“Espejos” es una balada guitarrera suave, delicada, con un interesante trabajo de la batería de Ramos Costa y el bajo de Alvaro Videla que le dan clima de valsecito, hasta que Coronel toma el micrófono y allí todo se asienta sobre la percusión, un groove del bajo bien dark y una tormenta eléctrica de las guitarras que otra vez acerca la banda a los Pixies y a los Jesus and Mary Chain.

“Los pactos” tiene un clima más Virus, un funky bailable y elegante a lo Roxy Music, con un buen groove de la base. “Ballet francés” abre despacio y se convierte en una dramática balada, elegante con una lograda letra de Coronel. “Las llaves” recupera la pulsión rockera con un buen arranque guitarrero, un beat más marcado y machacante, aunque por momentos entra en un letargo lisérgico y eléctrico propuesto por las guitarras.

Para el cierre del disco eligen “Drogas y confusión” a medio tempo con entradas y salidas de las guitarras y los sintetizadores mientras la voz se asienta sobre el bajo y la batería, con un clima in crescendo que termina con Coronel cantando y forzando su garganta para transmitir su angustia.

EL ZAR-“CÍRCULOS”

Primer disco del dúo conformado por Facundo Castaño Montoya y Pablo Giménez que prefiere navegar en aguas del pop electrónica, con momentos de trip hop, chill out con climas new romantic.

“Reina” abre el disco con un beat bien poderoso de la batería, las guitarras y los teclados jugando con climas espaciales y el bajo armando un groove debajo de la voz.

En “Estrellas” las maquinas se apoderan de la canción, con excepción del trabajo de una guitarra para una canción nocturno, repleta de dejadez y cansancio con un clima que recuerda a Massive Attack.

“Lo que fuimos” es un medio tempo bailable, bien electro-pop con buenos arreglos de los teclados.

Para su debut, el dúo conto con la colaboración de Iñaki Colombo en guitarras, Salvador Colombo en baterías y Celeste Vasi en violín.

En la primera parte de “Círculos”, el Zar proceso las guitarras y las bases de manera de darle un alto volumen y un clima bien heroico a la canción y lograr que sea pegadizo ya que a mitad de camino gana en tempo y en velocidad. Mientras que en “Círculos II” es más un ruego, una plegaria sobre maquinas y audios radiales que luego se torna acústico con una voz acostada sobre la guitarra.

“Ser viento en otra parte” es un electro-pop juguetón y seductor, como “Reflejo y Recuerdo” que tiene una pulsión más rítmica.

“La distancia” se abre acústica muy al estilo Almendra, al que luego se agrega una base electrónica muy tenue. 

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