Se fugó un preso de la Cárcel de Devoto
La cárcel de Devoto, inaugurada en 1927, es el único establecimiento penitenciario que perdura en la ciudad de Buenos Aires y la superpoblación existente no es novedad, ya que hay actualmente unos 2.200 internos, muchos de ellos hacinados.
Las autoridades porteñas anunciaron hace un año que será demolida y que sus reclusos serán trasladados en 2020 a una unidad que se está construyendo en Marcos Paz.
Esta situación, que se suma a la emergencia penitenciaria que declaró por tres años el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en las prisiones federales, quedó en evidencia este lunes a la mañana con la evasión de un detenido.
La fuga, sin embargo, tiene algunos detalles que llaman la atención.
Fuentes oficiales consultadas dijeron desconocer cómo logró huir Ángel Antonio Brítez (32), de nacionalidad paraguaya.
La cárcel de Devoto tiene muros de cemento de 7 metros de altura.
A esto se suman otros 2 metros de alambres ubicados a 45 grados.
¿Y si realmente se escapó en medio de las visitas familiares, como circulaba ayer fuertemente entre los propios internos, para una fuga “armada” en medio de investigaciones por corrupción contra las autoridades del Servicio Penitenciario Federal?
Según voceros del SPF, Brítez tenía dos causas, una por “robo en poblado y en banda, agravado por el uso de arma de fuego”, y otra por “intimidación”.
El preso había ingresado a esta cárcel el 3 de enero de este año.
Actualmente era uno más en el “Pabellón 53”, un gimnasio que fue reconvertido para que vivan allí, desde el 13 de febrero, casi cien detenidos que se encontraban en la Unidad 28 (ubicada en el subsuelo del Palacio de los Tribunales, en la calle Talcahuano), también dependiente del SPF.
Este último lugar, según un duro fallo judicial, no era apto “para la condición humana”, por lo que se ordenó su traslado a Devoto, más precisamente al “Pabellón 53”, en el Módulo 6, donde hasta hace un tiempo se realizaban actividades de musculación, fútbol y visitas de familiares.
En un comunicado de prensa, el SPF indicó que “se adoptaron las medidas y acciones respectivas a los fines de proceder a la recaptura del interno en cuestión”. Además, sostuvo que “se iniciaron actuaciones sumariales correspondientes para determinar responsabilidades”.
“Atento a ello el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación firmó un convenio con la Ciudad de Buenos Aires para la construcción de un nuevo establecimiento para trasladar definitivamente a los detenidos.
Es preciso recordar que el día 25 de marzo el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos resolvió declarar la emergencia en materia penitenciaria por tres años, entre otras razones, a raíz del incremento de la población penitenciaria que supera en un 12% la capacidad operativa ideal de alojamiento”, completó.
La realidad es que hoy en las cárceles federales colapsan los sectores para recibir visitas, algunos internos ya duermen en el piso, la comida escasea.
No solo en Devoto, sino en Marcos Paz y las unidades 1 y 19 de Ezeiza.
En Devoto, además, se produjo el motín más trágico de la historia carcelaria argentina. Fue el 14 de marzo de 1978 en el Pabellón 7° y murieron entre 60 a 65 internos (por asfixia, quemaduras o baleados). Además, otros 85 resultaron heridos.
Desde 1985, funciona dentro del penal una sede de la Universidad de Buenos Aires, llamado el CUD (Centro Universitario Devoto).