Mucho ruido y pocas nueces, empate en cero
En la cancha de river, igualaron sin goles porque uno (el local) no pudo y el otro (la visita) no quiso. El primer ensayo antes de los dos clásicos que se vienen por Copa en octubre no tuvo grandes brillos.
River buscó e intentó, pero no pudo quebrar a un Boca ultradefensivo en el empate sin goles por la quinta fecha de la Superliga que derivó en un Superclásico para el olvido.
El choque más importante del fútbol argentino entregó una versión deslucida en el juego. Boca se cerró en la última línea y River no pudo romper esa resistencia.
La idea de Boca fue clara desde comienzo con un 4-1-4-1, un cerrojo para el ataque de River.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo buscó abrir la cancha con Nicolás De La Cruz (el mejor valor de River), Milton Casco, Ignacio Fernández (que estuvo en duda horas antes), pero se encontró con espacios ocupados.
Boca se movió al ritmo de Daniele De Rossi en la mitad del campo. El italiano, en su primer Superclásico, supervisó que las líneas estuvieran ordenadas.
River intentó romper la defensa de Boca y en el primer tiempo solo inquietó con pases filtrados que no llegaron a destino.
Los centrales de Boca, generalmente, se impusieron ante Lucas Pratto y Rafael Santos Borré.
Exequiel Palacios mejoró su producción en el segundo tiempo y ayudó al fútbol de River. De hecho, lo mejor del equipo de Núñez se observó a partir de ese instante con un remate del tucumano que pasó cerca del segundo palo de Esteban Andrada.
Lucas Martínez Quarta resultó el jugador de River que más cerca estuvo de abrir el marcador con un disparo en el área que se fue por encima del travesaño y otro remate de cabeza.
Las situaciones más peligrosas para Boca fueron un disparo de Alexis MacAllister y un tiro libre ejecutado por el ingresado Carlos Tevez.
Andrada, la figura del Superclásico, sostuvo a Boca cuando River estuvo cerca del gol con “Nacho” Fernández y el colombiano Borré.
Boca nunca se salió del libreto ni aún cuando Emanuel Reynoso, un jugador de creación, entró por De Rossi.
River finalizó con cierta decepción, ya que propuso por lejos otro tipo de juego que su rival.