Plantamos un ejemplar junto a la Comuna 11 en la plaza Emilio Ravignani
Agradecemos la invitación y el buen trato que recibimos en la Plaza Ravignani, junto al presidente Nicolás Mainieri y su Equipo de la Comuna 11.
La plaza Emilio Ravignani, se esta llenando de espacios verdes, y ya se sumaron más de 3500 plantas y 10 arboles.
La Comuna sigue transformando las plazas de todos los barrios de la Ciudad, para que los vecinos y vecinas puedan disfrutar del aire libre.
Especie que plantamos en la Plaza
El Cercis Siliquastrum, es llamado normalmente, el árbol del amor, se trata de un arbol caducifolio de talla pequeña, cuya altura habitual se sitúa entre 4 y 6 metros.
Su altura máxima la consigue, sobre los veinte años, al comienzo de la primavera (fundamentalmente en el mes de abril) se cubre de flores rosas, que aparecen antes que las hojas, el tronco es de madera lisa y clara, tornándose tortuosa y negra con la edad.
Las hojas son simples, alternas, glabras, de redondeadas a cordiformes, de 7 a 11 cm de longitud, con el ápice redondeado y pecioladas.
La inervación es palmeada, son de color verde claro en el haz y de tono ligeramente glauco (gris-azulado) en el envés, las hojas jóvenes pueden tener una tonalidad rosada, y aparecen tardíamente, ya en abril.
Las flores son hermafroditas, con una corola papilionácea de color rosa-lila o blanca, tienen 1-2 cm de longitud y se agrupan en racimos de tres a seis flores que aparecen antes que las hojas, en marzo-abril, sobre las ramas y también sobre el tronco (caulifloria).
Los frutos son legumbres indehiscentes con una estrecha (1-2 mm) ala ventral, de color rojizo a marrón oscuro según el grado de maduración.
Son colgantes, muy numerosas y miden unos 6-10 por 1,5 cm, maduran en julio y permanecen en el árbol hasta la siguiente floración, las semillas son ovoideo-oblongas, algo comprimidas, de color pardo, con hilo apical y sin endosperma.
Es nativo de la zona norte y este del Mediterráneo, desde Francia hasta Oriente Próximo. Introducido en Europa Central, Península ibérica, África tropical y Norteamérica.23
En la Península ibérica, es una especie exótica introducida, que se comporta como una especie invasora, compitiendo por el hábitat con las especies autóctonas.
Se encuentra normalmente en pendientes áridas a lo largo de las riberas de los ríos, preferentemente en terrenos calcáreos, pero puede tolerar los moderadamente ácidos, resiste el frío, hasta -10 °C pero no las heladas prolongadas.
Es resistente a la sequía y no tolera el encharcamiento del suelo, hojas en otoño, ejemplar junto a la Ermita de los Tres Juanes. Granada
Historia
Un antiguo mito dice que en un ejemplar de esta especie se ahorcó Judas Iscariote después de traicionar a Cristo, por ello se le da el nombre de árbol de Judas, lo que probablemente sea una corrupción del nombre común en francés “Arbre de Judée” que significa árbol de Judea, refiriéndose a la región donde se da.
Su llegada a Europa tuvo lugar en la época de las cruzadas (año 1200) y su primer destino fue Francia, desde ese momento su extensión por el continente fue muy rápida.
Apareció frecuentemente en los herbarios de los siglos XVI y XVII.[cita requerida, en la época del Imperio bizantino era uno de los árboles que en mayor número crecían en Constantinopla, en las riberas del Bósforo.
Su color morado purpúreo era de la predilección de los emperadores bizantinos, la púrpura era el color imperial, sus vestidos y tocados eran de este color, color de uso exclusivo de la familia imperial bizantina[cita requerida.
En la actualidad, en la antigua ciudad de Constantinopla, ahora Estambul, se siguen viendo gran cantidad de estos árboles a lo largo de las riberas del Bósforo, siendo el “Erguvan” (nombre en turco) el árbol que identifica a la ciudad de Estambul.
Usos
Las flores tienen un agradable gusto picante, y pueden comerse en ensalada mixta, o en buñuelos, en algunas zonas se escabechaban con vinagre los brotes florales, los frutos se han utilizado tradicionalmente en la medicina popular como astringentes.
Su madera no es de buena calidad, pues se tuerce con facilidad y se descompone pronto a la intemperie, pero es un buen árbol de jardín, usado en alineaciones y paseos, debido a su sombra y floración.
Es apto para la formación de setos altos, por su carácter invasor, no se recomienda su uso en jardines, y si se hace, al menos, vigilar que no se expanda a otras zonas cercanas.