La Policía de la Ciudad frustró un robo de auto en tiempo récord
La escena se repite cada tanto en la Ciudad: un conductor se baja apenas unos segundos de su vehículo, lo deja en marcha porque cree que nada pasará, y en cuestión de instantes se convierte en víctima de un robo.
Esta vez ocurrió en Pompeya, donde un hombre de 44 años fue detenido tras sustraer un Renault Logan gris que había quedado encendido mientras su dueño hacía una entrega rápida.
“Lo que nos permitió actuar con eficacia fue la tecnología aplicada a la seguridad, porque apenas ingresó la alerta al sistema, el auto ya estaba siendo seguido en tiempo real”, remarcaron fuentes policiales que participaron del operativo.
La frase refleja el papel clave del Anillo Digital, una red de cámaras y software que permite rastrear rodados con pedido de secuestro en todas las entradas y salidas de la Capital Federal.
El episodio comenzó en la avenida 27 de Febrero y Sáenz, cuando la víctima descendió del vehículo con la intención de entregar un paquete.
En ese momento, el ladrón aprovechó la distracción y, sin demasiada resistencia, escapó con el coche. La denuncia ingresó al sistema Ultra IP, que detectó rápidamente el Logan robado y activó la alerta temprana que disparó todo el operativo posterior.
En cuestión de minutos, los móviles de la División Anillo Digital desplegaron un seguimiento certero. El Renault fue localizado en la intersección de Ferré y Erezcano, donde un cordón policial logró interceptarlo.
Allí fue reducido su conductor, un hombre de 44 años que, según se constató en el lugar, ya tenía antecedentes: pesaba sobre él un pedido de captura vigente por rebeldía, emitido por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº1.
Dentro del vehículo, los efectivos hallaron seis paquetes perfectamente cerrados, cada uno con sus remitos correspondientes, además de documentación diversa que la víctima debía repartir en el transcurso del día. Es decir, no solo se trataba de un robo de un automóvil, sino de una maniobra que puso en riesgo la entrega de mercadería que formaba parte de la jornada laboral del damnificado.
El caso quedó bajo la órbita del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº5, a cargo del doctor Manuel Campos, con intervención de la Secretaría 116 de la doctora Tamara García.
El magistrado ordenó la inmediata detención del acusado, el secuestro del rodado y la devolución de todos los elementos incautados a su legítimo dueño.
Más allá de la detención en sí, este hecho vuelve a poner sobre la mesa la importancia del Anillo Digital como herramienta central en la política de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde su implementación, esta red de cámaras que rodea los accesos a la Capital Federal permitió interceptar vehículos robados, detectar patentes adulteradas y colaborar en investigaciones de causas federales vinculadas al narcotráfico y otros delitos complejos.
En los últimos meses, de acuerdo con cifras oficiales, el sistema detectó más de 3000 casos de autos con pedido de secuestro en circulación, logrando recuperar alrededor del 85% de ellos en tiempo récord.
La clave radica en el cruce de datos en tiempo real y en la coordinación entre distintas áreas de la Policía de la Ciudad, que permite montar operativos inmediatos.
También cabe destacar el impacto social de estos procedimientos. No se trata solo de recuperar un rodado: detrás de cada vehículo hay familias, trabajadores, personas que dependen de su movilidad para cumplir con obligaciones laborales.
En este caso particular, los paquetes encontrados en el interior del Logan evidencian que la víctima estaba en plena jornada de entregas, lo que amplifica el perjuicio que hubiese significado perder el coche.
Desde la Policía de la Ciudad insistieron en la necesidad de que los vecinos tomen medidas de prevención, evitando dejar los autos encendidos aunque sea por unos segundos.
“Los delincuentes están siempre atentos a estas oportunidades. La rapidez con la que actúan es sorprendente, por eso la única manera de reducir riesgos es no darles margen”, señalaron los investigadores.
El detenido fue trasladado a una dependencia policial, donde permanecerá a disposición de la Justicia. La investigación seguirá su curso para determinar si estuvo involucrado en otros delitos de características similares, dado que su prontuario indicaría una actividad delictiva sostenida en el tiempo.
Este episodio, que afortunadamente tuvo un final favorable para la víctima gracias a la tecnología y a la coordinación policial, refuerza la idea de que el delito urbano es dinámico y que solo con una combinación de prevención ciudadana y respuesta estatal se pueden reducir los riesgos.
En definitiva, la escena que comenzó con un robo al descuido terminó con una detención firme y con la restitución de los bienes sustraídos. Una muestra de que, aunque el delito acecha, la capacidad de respuesta inmediata puede marcar la diferencia.