El descontrol de las Fiestas Clandestinas
El dato surge de un relevamiento de la ONG Defendamos Buenos Aires.
La mitad de esos encuentros ilegales tienen lugar en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
Denuncian que son una bomba de tiempo.
Venden bebidas alcohólicas sin permiso.
Comercializan estupefacientes de manera descontrolada.
No les importa si las condiciones de seguridad son adecuadas.
Se trata de los que están detrás del oscuro negocio de las fiestas clandestinas, cada vez más lucrativas.
Se calcula que cada semana se realizan unos 1.650 eventos con estas características, y la mitad son llevadas a cabo en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
Se trata de un informe de la organización no gubernamental Defendamos Buenos Aires, denunciando que cada día son más numerosas las denominadas “fiestas clandestinas”, recitales y/o raves desarrollados en lugares que no están habilitados comercialmente a ese efectos y que no solo constituyen un riesgo para aquellos que forman parte del evento ilegal sino para los vecinos que pueden sufrir un accidente o derrumbe, por exceso de aforo, en sus propias casas.
Este 2017 la problemática de la fiestas clandestinas es realmente grave, y cuantificamos 1.650 cada semana en todo el país.
Desde nuestra organización hemos denunciado penalmente 36 fiestas clandestinas en Capital Federal, siendo los barrios más afectados Nuñez, Belgrano, Palermo, Almagro, el centro y Recoleta.
Y en la Provincia de Buenos Aires en apenas dos meses denunciamos formalmente también 24 fiestas clandestinas en Lomas de Zamora, Quilmes, Ramos Mejía y San Isidro, dijo el abogado Javier Miglino, titular de Defendamos Buenos Aires.
Asimismo, expresó que lo más grave de las fiestas clandestinas que pululan a ambos lados de la General Paz es que cada una de ellas moviliza a un promedio de 200 jóvenes.
Como son clandestinas apenas se publicitan por Facebook y tienen que tener como escenario, sí o sí, lugares que no están habilitados.
Por eso es posible que dos casas contiguas usurpadas por bandas en Belgrano, o un PH en segundo piso en Palermo o toda una casona de más 80 años en Temperley, partido de Lomas de Zamora, se conviertan en una bomba de tiempo que puede ocasionar una tragedia en cualquier momento, por el exceso de personas que pueden acabar en derrumbe, por las conexiones eléctricas en pésimo estado que pueden desembocar en un incendio de consecuencias nefastas y todo un rosario de calamidades que surgen cuando un grupo de criminales pretende colocar en un lugar cerrado, sin habilitación, matafuegos, instalación eléctrica blindada y ni siquiera baños o buenos cimientos que aguanten la construcción a un grupo de 200 jóvenes, con el único objetivo de ganar dinero con una de las denominadas fiestas clandestinas, dijo Miglino.
En ese marco, Defendamos Buenos Aires decidió lanzar una iniciativa para prevenir situaciones dramáticas.
Invitamos a todos aquellos vecinos que en Capital Federal o Provincia de Buenos Aires padezcan a estas bandas de delincuentes que lucran con la irresponsabilidad juvenil sin reparar en que haya posibilidad de una tragedia a que denuncien las fiestas clandestinas al correo defendamosbuenosaires @gmail.com.
No hace falta brindar nombre, apellido ni ningún otro dato; solamente dónde se desarrollan las fiestas clandestinas.
De ese modo haremos el reclamo respectivo y ante la justicia para que terminen esos peligrosos eventos, dijo Miglino.
Me parece nefasto que las autoridades de Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires instruyan a los fiscales para que solo tomen denuncias con nombre, apellido, domicilio y documento de identidad, favoreciendo de ese modo a los criminales; porque quién va a animarse a denunciar a delincuentes con sus datos personales, cerró el letrado.
Ganan más de $ 450 millones por venta de droga
Desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre reveló que las fiestas clandestinas tienen su máxima ganancia en la comercialización de estupefacientes, con ganancias semanales para sus organizadores que rondan los 450 millones de pesos.
Lo ocurrido en Moreno es una nueva demostración de que los reyes de la noche se manejan sin escrúpulos, con el único objetivo de recaudar, sin importarles la salud o directamente la vida de los jóvenes que asisten a los eventos clandestinos, expresó el experto.
Asimismo, explicó que lo que se debe saber es que los organizadores son los mismos dueños de las discotecas, que saben todo sobre evadir impuestos, comercializando bebidas y drogas.
La estrategia es contratar a terceros, pero las ganancias se la llevan ellos.