Estela de Carlotto: El que estudia y sabe es libre
La Ciudadana Ilustre y titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo participó de un acto conmemorativo del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, al que asistieron alumnos de escuelas primarias que colmaron el Salón Dorado.
Con motivo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia que se conmemora cada 24 de marzo, se realizó un emotivo acto bajo el lema “…traemos la Escuela y la Memoria a la Legislatura de la Ciudad” con la participación de la Ciudadana Ilustre y presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, nietos y nietas restituidos, alumnos, docentes y directivos de escuelas de nivel primario de gestión estatal y privada y la diputada Victoria Montenegro (UC), presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación, nieta apropiada durante la última dictadura y restituida en 2001 a su familia biológica.
Carlotto no ocultó su emoción cuando de pie mirando al auditorio de guardapolvos blancos sus primeras palabras fueron: “esto se parece a una escuela“. “Este marco me conmueve porque siendo maestra tuve que dejar la escuela para buscar a mi hija y nietito” manifestó en relación a Laura, su hija estudiante de la Universidad Nacional de La Plata que estando embarazada, fue secuestrada a fines de 1977 y aún no se conoce su paradero.
“Ustedes han nacido en democracia, el período más largo de nuestra historia, y tiene que ser para siempre“, enfatizó. Tras aludir a la última dictadura de “militares y civiles que no imaginábamos traían proyectos siniestros de muerte y de robo y se creían dueños de la vida y de la muerte” exhortó a “que esto no vuelva a pasar, no hay que olvidarlo“.
Continuó con referencias a los comienzos de su lucha como madre y abuela. “Nos llamaron Las Locas de Plaza de Mayo. ¡Vaya locura la de una mujer ante el asesinato de una hija y la búsqueda de un bebé!”, exclamó. “Me la entregaron el mismo día que la asesinaron. Me dio fuerza porque tenía que buscarlos, dejé todo y estoy recorriendo el mundo hasta ahora“. “Nos tocó y nos sigue tocando a todos. Hoy seguimos hablando“, afirmó.
En otro pasaje relató cuando en el año 2002 estando en Mar del Plata balearon su casa “las mismas balas que mataron a mi hija. Lo peor ya me lo hicieron por eso no tengo miedo“. Más adelante no ocultó su alegría por el reencuentro con Ignacio Guido Montoya Carlotto, nieto recuperado después de 36 años. “Tengo un bastón pero es porque nunca nos arrodillamos“, sentenció tras aludir a que próximamente cumplirá 88 años de vida.
Con relación a las Madres y Abuelas aclaró: “No somos mujeres distintas, somos iguales a todas y en este país afortunadamente tenemos mujeres maravillosas. Y en la escuela hay que aprenderlo. La educación es la base de un país. No hay que cerrar escuelas hay que abrir escuelas, no hay que dejar de entregar computadoras, hay que dar computadoras“.
Antes de concluir, a los niños recomendó: “El que estudia y sabe es libre. Respétense, no excluyan ni discriminen. Ayúdense. Nunca mortifiquen a un compañero por ser diferente.”
Sobre el final, invitó a subir al estrado a Lucía García Itzigsohn, hija de desaparecidos y directora de la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación de la Legislatura porteña; Pablo Gaona Miranda, Ezequiel Rochistein Tauro y Sabino Abdala, nietos restituidos que asesoran en la Comisión; y a Lorena Battistiol, quien busca a su hermano nacido durante durante el cautiverio de su mamá. “Ellos junto a otros nietos tienen que seguir buscando la verdad. Faltan encontrar a 300 nietos y ellos continuarán la tarea” .
Estela de Carlotto terminó con una exhortación a agruparse sobre la afinidad de intereses. “Esto es ganancia democrática” manifestó al despedirse, entre aplausos.
Diputada Montenegro: “Que la memoria sirva para construir el presente hacia un mundo mejor”
Al comienzo del acto la presidenta de la Comisión legislativa de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación, diputada Victoria Montenegro (UC) compartió secuencias de su historia personal a la que calificó de “muy difícil“. “Mi verdadera familia estaba a 2.000 kilómetros de la casa en que mi madre fue secuestrada“, afirmó.
“Abracemos fuerte la democracia, los más grandes tenemos que hacernos cargo. Que la memoria sirva para construir el presente hacia un mundo mejor. Nunca más a esa historia terrible, nunca más a la impunidad. Que la escuela se encuentre con la memoria del amor más profundo“, concluyó.
A dos semanas de nacer en 1976, la actual legisladora, resultó secuestrada junto a sus padres quienes fueron desaparecidos. Meses después fue apropiada y adoptada en forma ilegal por un coronel del Ejército Argentino y su esposa que le cambiaron la identidad. Las Abuelas de Plaza de Mayo en 1988 iniciaron una acción legal cuyas pruebas hematológicas posibilitaron la localización de su familia biológica oriunda de Salta.
Obsequios y video didáctico
En otro momento, las alumnas de la Escuela N° 2 – D.E. 21- de Villa Lugano, Araceli Moreno y Luisana Moreno, ofrecieron una semblanza del establecimiento y otros alumnos entregaron obsequios a la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
El acto conmemorativo del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia …traemos la Escuela y la Memoria a la Legislatura de la Ciudad, comenzó esta mañana en el Salón Dorado de la sede parlamentaria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la exhibición de un video titulado “Derecho a la Identidad”, producido por Paka Paka.
Asistieron niños que cursan estudios primarios en las escuelas N°1 – D.E. 3, N°2 – D.E. 21, las Integrales Interdisciplinarias números 3, 20 y 21, del Colegio La Obra acompañados de docentes y directivos y el diputado Javier Andrade (UC).
Tras 40 años, la lucha de las Abuelas que comenzó en soledad se convirtió en motor de un esfuerzo colectivo que es un ejemplo para la humanidad. Más de 120 nietos localizados y restituidos. Y fueron quienes impulsaron el avance en el campo de ciencia genética, cuya aplicación se utiliza en el mundo. De la misma manera coadyuvaron a la creación y promulgación de la “Cláusula Argentina”, tal como se conoce internacionalmente a los derechos de los niños y niñas referidos a la identidad.