Tu mascota, tu responsabilidad: mantén limpia tu Ciudad

Cada vez que lleves a tu perro a pasear, recuerda recoger sus excrementos y desecharlos siempre en los contenedores negros o grises. Esta acción contribuye significativamente a mantener las veredas y parques de nuestra ciudad más limpios.

La limpieza urbana enfrenta uno de sus mayores desafíos con las heces caninas. Por ello, es crucial que, al pasear a tu mascota, recojas sus desechos en bolsas y los deposites en los contenedores negros o grises. De este modo, colaboras en mantener las veredas, parques y plazas libres de suciedad y previenes la contaminación del aire causada por la descomposición de las heces.

Adoptar este hábito es esencial para mejorar la convivencia con el medio ambiente y con nuestros vecinos.

¿Sabes por qué es crucial recoger los excrementos de tu perro y desecharlos adecuadamente?

  • No levantar las heces de las mascotas provoca mal olor, contaminación y riesgos para la salud tanto de las personas como de los animales. Además, contribuye a la percepción de un barrio sucio y puede hacer que otros transeúntes las pisen, ensuciando más veredas.
  • Al secarse, las heces de perro liberan partículas que se incorporan al aire que respiramos, aumentando la contaminación. Es importante recordar que los cestos de basura se vacían y limpian de forma manual, por lo que no deben usarse para desechar estos desechos. En cambio, los contenedores negros o grises se vacían de forma mecánica y son la opción adecuada.
  • A las 24 horas de no ser recogidas, las heces se solidifican con el sol, convirtiéndose en polvo y en un transmisor de enfermedades para los niños que juegan en las plazas o para otros animales. La lluvia y la humedad disuelven las heces, contaminando el agua.
  • La presencia de heces caninas en las veredas es un problema que solo puede resolverse con un cambio de hábitos en los vecinos de la ciudad, ya que la limpieza de las veredas es responsabilidad de los frentistas.

Un error común es creer que las heces de perro funcionan como abono natural, que se descomponen fácilmente, que es obligación del barrendero recogerlas o que se pueden tirar en cualquier lugar. Estas ideas equivocadas contribuyen a la acumulación de desechos caninos en las calles y parques, afectando la limpieza y salud pública.

Según la Asociación de Protección Ambiental (APRA), en la Ciudad de Buenos Aires hay aproximadamente un millón de mascotas, de las cuales más de la mitad son perros. Estos animales generan alrededor de 70 toneladas de heces cada día. La magnitud de este problema subraya la importancia de que cada dueño de mascota adopte el hábito de recoger los excrementos de su perro.

Al recoger y desechar adecuadamente las heces de nuestras mascotas, contribuimos significativamente a mantener los espacios públicos en mejores condiciones. No solo evitamos la propagación de malos olores y enfermedades, sino que también ayudamos a crear un entorno más agradable y seguro para todos los habitantes de la ciudad.

Es fundamental comprender que las heces de perro no se descomponen rápidamente ni sirven como fertilizante seguro. De hecho, pueden contener parásitos y bacterias que representan un riesgo para la salud humana y animal. Además, al dejarlas en cualquier lugar, se corre el riesgo de que la lluvia las arrastre a los sistemas de drenaje, contaminando el agua.

También es importante destacar que la recolección de estos desechos no es responsabilidad de los barrenderos. Cada dueño de mascota debe asumir la responsabilidad de mantener limpia la ciudad. Tirar las heces en cualquier lugar no solo es irresponsable, sino que también contribuye a la percepción de un entorno descuidado y sucio.

En resumen, adoptar el hábito de recoger las heces de nuestros perros es un pequeño pero crucial paso para mantener los espacios públicos limpios y seguros. Con la colaboración de todos, podemos disfrutar de una ciudad más limpia y saludable.

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