Joyas del cine restauradas llegan a Buenos Aires
En un mundo donde las imágenes fluyen a velocidades vertiginosas, la Semana del Cine Recuperado “Más allá del olvido” (MADO) propone una pausa para explorar nuestra historia cinematográfica y reflexionar sobre el legado audiovisual que ha moldeado nuestra cultura.
Este evento, inspirado en festivales de renombre como Il Cinema Ritrovato de Bolonia y el Festival de Cine Recobrado de Valparaíso, llega a Buenos Aires con una programación que promete deleitar a cinéfilos y expertos en preservación audiovisual por igual.
Proteger nuestro patrimonio audiovisual es un acto de amor y resistencia cultural. Cada fotograma rescatado es una memoria preservada, una historia que se niega a desaparecer, destacó un representante de la organización del evento, subrayando la importancia de iniciativas como MADO en un contexto donde el cine es, más que nunca, un puente entre generaciones.
La Semana del Cine Recuperado MADO se desarrollará del miércoles 15 al domingo 19 de mayo en diversas sedes, incluidas la Sala MALBA y el Museo del Cine.
Este encuentro propone un viaje por la memoria cinematográfica de Argentina y el mundo, rescatando joyas olvidadas que han sido restauradas y digitalizadas para devolverlas al público contemporáneo.
Miércoles 15: Función inaugural en la Sala MALBA
La jornada inicial ofrece dos proyecciones destacadas: “La gota escarlata” (1918) de John Ford, una película que estuvo perdida durante casi un siglo y fue restaurada por la Cineteca Nacional de Chile, y “El monumento a Cristóbal Colón” (1921), una producción argentina que documenta la llegada e inauguración del icónico monumento en Buenos Aires. Ambas se presentarán con música en vivo a cargo de la National Film Chamber Orchestra.
Jueves 16: Diversidad de historias y miradas
El segundo día trae consigo un doble programa sobre el cine catalán, con obras como “Entre la esperanza y el fraude” (1976) y “Viaje a la explotación” (1974), que abordan temas de emigración y conflictos históricos.
También destaca “Comunicado desde Argentina” (2022), un documental que entrelaza la vida de Lili Massaferro con la historia política del país.
La noche culmina con el programa Óxido de Hierro, que recopila cortos históricos del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda.
Viernes 17: La riqueza del cine latinoamericano
Desde Brasil llega “Uno es poco, dos es bueno” (1970), una película restaurada que retrata los sueños y desventuras de parejas en busca de una vida mejor.
También se proyectará “Morir un poco” (1966), un ensayo visual chileno sobre la rutina opresiva del ser humano.
La jornada cerrará con una selección de cortometrajes argentinos restaurados por el Museo del Cine, como “Mi prima Lidia” (1958) de Nicolás Rubió y “Rockabilly” (2000) de Sebastián De Caro.
Sábado 18: Homenajes y pioneros
El día comenzará con el programa antártico de la Universidad de Chile, que documenta la primera visita de un presidente chileno al continente blanco.
Luego, un homenaje al artista Raúl Soldi incluirá filmes como “El techo de Soldi” (1966). En la noche, se proyectará “Monte Criollo” (1935) de Arturo S. Mom, considerado uno de los primeros films noir argentinos.
Domingo 19: Clausura con diversidad
El cierre de MADO incluirá “Tito el elefantito” (1974), una joya del cine infantil censurada en su época, y “Historia de un gaucho viejo” (1924), una obra que celebra el centenario de su estreno con una copia restaurada en 5K.
La clausura promete una experiencia inolvidable con la musicalización en vivo de Lalo Díaz Keller.
El evento cuenta con el apoyo de la Fundación Santander Argentina, mediante el Régimen de Promoción Cultural (Mecenazgo) del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta colaboración subraya el compromiso con la preservación del patrimonio cultural y la promoción del cine como herramienta de memoria colectiva.
La Semana del Cine Recuperado “Más allá del olvido” no solo rescata obras fundamentales para la historia del cine, sino que también abre una puerta a la reflexión sobre la importancia de preservar nuestra identidad cultural.
Este encuentro con el pasado invita a los espectadores a valorar el cine no solo como entretenimiento, sino como testimonio de nuestra memoria colectiva.