Un viaje por el mundo desde los cafés y bares de Buenos Aires

Buenos Aires vuelve a convertirse en un escenario privilegiado para la música en vivo con una propuesta que atraviesa geografías y géneros.

Este fin de semana, diversos espacios icónicos de la ciudad recibirán a artistas de primer nivel que ofrecerán conciertos de tango, flamenco y world music, en un recorrido por distintos rincones del mundo sin salir de la capital porteña.

“Voyage” es el título del espectáculo que protagonizarán la cantante Veronika Silva y el guitarrista y arreglador César Angeleri, quienes se presentarán el viernes 21 de febrero a las 20 horas en Claridge’s Bar (Tucumán 535, San Nicolás).

En esta velada, los artistas llevarán al público en un recorrido musical que incluirá tangos, valses, milongas, zambas, marineras, boleros, jazz y chanson française.

Las canciones serán interpretadas en francés, inglés, italiano y español, reflejando la diversidad y riqueza de los repertorios populares de diferentes países y épocas.

Para los amantes del tango, el sábado 22 de febrero a las 21 horas será el turno de la Orquesta del Plata en El Gato Negro (Av. Corrientes 1669, San Nicolás).

La agrupación, conformada por Eduardo Avena, Poly Pérez, Tata Vilches, Lucas Gómez y Florencia Lazarte, ofrecerá un repertorio clásico de tangos, milongas y valses que evocan la esencia misma de Buenos Aires.

Por su parte, la pasión y la fuerza del flamenco llegarán a Villa Devoto con Rodrigo González Mendiondo.

El guitarrista se presentará el sábado 22 de febrero a las 20 horas en el histórico Café de García (Sanabria 3302), junto a Rocío Aristimuño en baile y Jualba en cante.

En este concierto, los espectadores podrán disfrutar de interpretaciones de grandes maestros del flamenco como Tomatito, Paco de Lucía y Vicente Amigo, además de versiones flamencas de clásicos de la música argentina.

Estas presentaciones forman parte de un circuito musical que, además de acercar grandes artistas a espacios íntimos, permite que el público disfrute de la música en ambientes cargados de historia y tradición.

Desde las mesas de un café emblemático hasta la barra de un bar con décadas de anécdotas, cada presentación invita a vivir una experiencia que va más allá de la simple escucha: es un viaje sensorial y emocional a través de los sonidos del mundo.

Buenos Aires alberga una rica tradición de bares y cafés emblemáticos que forman parte esencial de su identidad cultural. Entre estos, destacan el Claridge’s Bar y El Gato Negro, dos establecimientos que, con sus historias y propuestas únicas, continúan atrayendo tanto a locales como a visitantes.

Claridge’s Bar

Ubicado en el corazón de la ciudad, el Claridge’s Bar es parte del prestigioso Claridge Hotel, situado en Tucumán 535, en el barrio de San Nicolás.

Este bar se caracteriza por su elegante estilo Tudor, ofreciendo un ambiente sofisticado que rememora la esencia de la Buenos Aires clásica.

Los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de cócteles y una gastronomía internacional de primer nivel.

El bar está abierto desde las 11:00 hasta las 22:00 horas, brindando un espacio ideal para reuniones sociales o encuentros de negocios en un entorno distinguido.

El Gato Negro

Situado en la icónica Avenida Corrientes 1669, El Gato Negro es mucho más que un café; es un viaje sensorial a través de aromas y sabores de todo el mundo.

Fundado en 1927 por el español Victoriano López Robredo, quien tras vivir en Sri Lanka decidió compartir su conocimiento sobre especias y tés con los porteños, este establecimiento ha mantenido su decoración original, con mostradores y estantes de roble que evocan épocas pasadas.

Reconocido como “Café Notable” y Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, El Gato Negro ofrece una extensa selección de especias, tés y cafés tostados y molidos en el momento.

Además, en su primer piso, los clientes pueden disfrutar de un salón restaurante donde frecuentemente se realizan eventos con música en vivo, desde jazz hasta tango, enriqueciendo la experiencia cultural y gastronómica.

Ambos lugares representan la esencia de la tradición porteña, ofreciendo a sus visitantes no solo productos de calidad, sino también una inmersión en la historia y cultura de Buenos Aires.

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