Buenos Aires y Madrid sellan una alianza estratégica en materia de seguridad
La seguridad urbana volvió a ocupar un lugar central en la agenda de la Ciudad de Buenos Aires con la visita oficial de la vicealcaldesa de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, quien fue recibida por el ministro de Seguridad porteño, Horacio Giménez, en una jornada que dejó definiciones clave sobre cooperación internacional, tecnología aplicada a la prevención del delito y formación de fuerzas de seguridad.
Recibimos a la vicealcaldesa de Madrid muy interesada en el tema seguridad para hacer un intercambio a futuro, ya que tenemos muchas similitudes con la Ciudad de Buenos Aires.
Recorrió el Centro de Monitoreo Central y hoy le mostramos las especialidades que tiene nuestro Instituto Superior de Seguridad Pública, afirmó Giménez, al sintetizar el espíritu del encuentro.
La visita de Inma Sanz a la Ciudad no fue un gesto protocolar más. Se trató de una jornada de trabajo intensa, centrada en el intercambio de experiencias concretas sobre cómo gestionar la seguridad en dos capitales atravesadas por problemáticas similares: alta densidad poblacional, millones de personas circulando a diario, turismo permanente, eventos masivos y una demanda social creciente por mayor prevención, control y respuesta rápida ante emergencias.
La primera parada del recorrido fue el Centro de Monitoreo Urbano (CMU), uno de los puntos neurálgicos del sistema de seguridad porteño.
Allí, la delegación española se interiorizó sobre el funcionamiento del esquema de videovigilancia, la articulación con las fuerzas policiales, SAME, Bomberos y Defensa Civil, y los protocolos que se activan frente a situaciones de delito, accidentes de tránsito o emergencias climáticas.
La tecnología, una vez más, aparece como una herramienta decisiva en la gestión moderna de la seguridad.
Desde el entorno del Ministerio de Seguridad destacaron que la Ciudad viene profundizando un modelo de prevención basado en análisis de datos en tiempo real, monitoreo inteligente y respuesta coordinada.
En ese marco, el diálogo con Madrid se volvió especialmente productivo, ya que la capital española cuenta con uno de los centros integrados de emergencias más desarrollados de Europa, el conocido sistema 112, que centraliza llamadas, recursos y despachos operativos.
Por su parte, Inma Sanz no ocultó su reconocimiento por el trabajo que se viene realizando en Buenos Aires. “Es indudablemente una referencia a nivel mundial lo que se está trabajando aquí, especialmente en el uso de la tecnología que está integrada para tener una gran fuerza de seguridad”, expresó tras la recorrida.
Sus palabras no solo funcionaron como un elogio institucional, sino también como un fuerte respaldo político a una estrategia de seguridad que busca posicionarse a nivel regional.
La vicealcaldesa también remarcó el valor del intercambio de experiencias. “Es una experiencia muy interesante que nos permite seguir aprendiendo.
En Madrid contamos con un centro integrado para dar respuesta a las emergencias y la recorrida nos permitió ver algunas mejoras que podríamos incorporar y aplicar”, completó.
Esa mirada bilateral, lejos de una relación unidireccional, dejó en claro que tanto Buenos Aires como Madrid pueden nutrirse mutuamente de sus aciertos y desafíos.
El encuentro entre ambas autoridades incluyó una reunión de trabajo en la que se compartieron estrategias concretas vinculadas al uso de tecnología para mejorar la prevención del delito, la predicción de zonas de riesgo, la optimización de patrullajes, la intervención en eventos masivos y la respuesta ante catástrofes.
No se trató solo de mostrar equipamiento, sino de discutir modelos de gestión, planificación operativa y formación profesional.
Uno de los puntos más relevantes de la agenda fue la visita al Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), centro de formación de la Policía y Bomberos de la Ciudad.
Allí se expusieron los programas de capacitación, los estándares profesionales y las prácticas de entrenamiento que buscan modernizar el trabajo policial.
Desde el inicio de su funcionamiento, el ISSP apunta a formar agentes preparados no solo desde lo operativo, sino también desde lo legal, lo ético y lo comunitario.
Durante la recorrida, se puso especial foco en la preparación para escenarios complejos: grandes concentraciones de personas, operativos de alto riesgo, intervención en incendios de gran magnitud, rescates urbanos, control de disturbios y uso responsable de la fuerza.
La profesionalización de las fuerzas es uno de los pilares centrales de la política de seguridad porteña, y la posibilidad de intercambiar criterios con una capital europea refuerza ese camino.
En un contexto atravesado por debates constantes sobre el rol de la policía, el uso de la tecnología y los límites de la vigilancia, este tipo de acuerdos internacionales buscan mostrar que la seguridad ya no se piensa solo desde el patrullero en la calle, sino desde sistemas integrados, información en tiempo real, análisis predictivo y formación permanente del personal.
También se dejó abierta la puerta a futuros convenios de cooperación técnica, capacitaciones conjuntas, intercambios de instructores y hasta posibles desarrollos compartidos en materia de software de monitoreo, simulación de emergencias y entrenamiento virtual. La seguridad urbana, cada vez más, se aborda como una política pública que trasciende fronteras.
El encuentro entre Giménez y Sanz se inscribe además en una agenda más amplia de relaciones institucionales entre Buenos Aires y Madrid, dos ciudades que mantienen vínculos culturales, económicos y políticos históricos.
En este caso, el eje estuvo puesto en uno de los temas que más atraviesa la vida cotidiana de los vecinos: sentirse protegidos, contar con respuestas rápidas y confiar en las instituciones encargadas del cuidado público.
La visita de la vicealcaldesa de Madrid dejó sobre la mesa una hoja de ruta basada en la cooperación, el intercambio de modelos de gestión y el fortalecimiento de la formación y la tecnología como ejes centrales de la seguridad del futuro.
Buenos Aires y Madrid avanzan así en una alianza estratégica que busca anticiparse a los nuevos desafíos urbanos.