• marzo 18, 2024

Las diez cualidades de las personas ganadoras

“Si no te esfuerzas y trabajas por tus propios sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos” (Steve Jobs, creador de la empresa Apple).

“Los ganadores tienen sus metas claras. Los perdedores, en cambio, sólo excusas”.

Los expertos y especialistas en el “arte” de la motivación señalan que las personas para ser ganadoras deben ser capaces de mezclar diferentes estilos y estrategias, con el fin de poder adecuarse de buena manera a las diversas situaciones a las cuales les toca enfrentarse.

Es así, por ejemplo, que el conferencista norteamericano Patrick O’Dooley, reconocido experto mundial en el tema de la motivación, nos hace ver, que una persona que busca ser ganadora, en un determinado momento deberá adoptar el rol de un “constructor de equipo”, en tanto que en otro minuto deberá ser el sujeto “entusiasta” o la “voz autoritaria que guía” y entrega una dirección a este mismo equipo hacia un objetivo específico y, aunque parezca contradictorio, todas estas conductas –o cualidades– son complementarias –y necesarias– para alcanzar el éxito y convertirse en un sujeto ganador.

Entre las diez cualidades que caracterizan a las personas que se destacan por sobre otras, el mismo O’Dooley identifica las siguientes:

1. Tener una actitud que sea positiva.

2. Mostrar entusiasmo y pasión por todo aquello que se emprende.

3. Tener un alto grado de determinación para seguir adelante, no obstante los fracasos que pudieran producirse en el camino.

4. Valorarse y tener confianza en uno mismo.

5. Mostrar un optimismo a toda prueba.

6. Ser un sujeto dedicado y perseverante con las metas a lograr.

7. Mostrarse paciente ante situaciones que desesperan a la gran mayoría de los seres humanos.

8. Estar impregnado de un entusiasmo y alegría contagiosa.

9. Tener la capacidad de auto-motivarse sin tener que depender de otra persona.

10. Mostrar la capacidad para escuchar activamente a la gente que lo rodea a uno, haciendo sentir a las personas, que han sido, realmente, escuchadas.

Cuando uno analiza con atención cada una de estas cualidades, muy pronto advierte algo curioso y muy llamativo: ninguna de las diez cualidades de una persona que se perfila como ganadora está relacionada con la capacidad física o mental del sujeto, lo cual, estaría indicando, que CUALQUIER persona en el mundo puede convertirse en un ganador, ya que para ganar y triunfar, dicha persona depende de la actitud que adopte frente a las diversas circunstancias laborales y de vida que enfrenta, más que de las aptitudes o talentos que tenga.

Tal como muy bien señalaba el entrenador de básquetbol norteamericano Vincent Lombardi: “Los ganadores nunca se rinden y los que se rinden, nunca ganan”.

Dicho de manera más directa: la persona misma está en condiciones de determinar o definir, si será un ganador o no en su vida, independientemente de los talentos o habilidades innatas con las que venga dotado.

Esto es, precisamente, lo que afirma Patrick O’Dooley en sus más de 2.000 conferencias que ha dado en todo el mundo y que también reafirma en su libro superventas “Plan de vuelo para vivir: el arte de estimularse uno mismo”.

Que la actitud que adopta una determinada persona juega un rol muy importante en la vida futura de dicha persona, se ha demostrado con aquellos pacientes que están afectados de cáncer: pacientes que tenían un buen pronóstico con respecto a su cáncer, pero que presentaban una actitud derrotista, de desaliento y pesimismo frente a la enfermedad, terminaban falleciendo de manera irremediable, en tanto que otros pacientes, quienes, no obstante tener un mal pronóstico para su cáncer, mostraban una actitud de lucha, optimista y de no rendirse frente a la adversidad, lograban sobreponerse a su cáncer. O, en el peor de los casos, su tiempo de sobrevivencia superaba por mucho y largamente el tiempo de vida pronosticado por los médicos oncólogos. Por lo tanto: mucho –por no decir todo–, radica en la actitud que el sujeto adopte.

Si bien, no hay una receta que sea ciento por ciento certera en términos de convertirse en una persona ganadora, sí hay algunos factores y conductas adicionales, que las personas deben tener en cuenta a la hora de asumir y ejercer funciones laborales.

¿Cómo cuáles?, se preguntará usted. Pues bien, llevemos a cabo una suerte de análisis con ciertas cualidades complementarias que podrían ayudarle sobremanera a conseguir sus objetivos:

Practique y desarrolle el arte de la afiliación: esto significa que usted debe aprender a colocar en un lugar de privilegio las relaciones interpersonales con la gente, antes que los objetivos a alcanzar, por cuanto, si las relaciones son del tipo tóxico y negativo, donde el ambiente se corta con cuchillo, es muy difícil que los objetivos propuestos puedan ser alcanzados sin que se experimenten grandes fracasos y frustraciones.

Una de las cualidades que tienen las personas que son del tipo afiliativa, es que son populares, agradan y “caen” bien a la gente, ya que en lugar de generar conflictos, lo que hacen es evitar los conflictos y buscar los consensos con las personas con las cuales trabajan.

Practique un estilo de liderazgo que sea del tipo participativo o democrático: parta hablando de “nosotros” en lugar de repetido “yoísmo”.

Celebre reuniones que sean efectivas, escuche activamente a la gente, acoja opiniones distintas a las propias, tome decisiones por consenso, entregue mucha retroalimentación a la gente, fortalezca la confianza hacia y entre los empleados –más que estar como un fiero vigilante y encima de ellos–, delegue no sólo funciones, sino que también poder para que la gente actúe de manera más independiente, etc.

Todo lo anterior, genera casi automáticamente lo que se denomina “esprit de corps” o espíritu de equipo, en que, el grupo inicial de trabajadores termina por transformarse en un equipo de personas de alto rendimiento.

Conviértase en un Coach de sus colaboradores: sea un sujeto que entiende el concepto de ser “pedagógico” con las personas, es decir, la persona que sabe colocar el nivel justo de tensión y presión sobre sus colaboradores, buscando el desarrollo integral de su equipo de trabajo.

Fije altos niveles de desempeño, al mismo tiempo que estimule a su gente para que dichos colaboradores establezcan planes y metas que sean ambiciosas.

El sujeto que hace las veces de Coach está en condiciones de practicar el empowerment, es decir, aquella capacidad de delegar poder y autoridad en su gente, evitando asumir la dirección y el control de manera personal sobre las tareas a realizar.

Practique el “pacifismo”, antes que usar conductas agresivas, violentas o que puedan experimentarse como descalificadoras por parte de los colaboradores. Lo anterior, significa que la persona ganadora, lo que busca, es crear y mantener un Clima Organizacional que sea positivo y propicio para el buen rendimiento de los trabajadores.

Si por equis razón, usted se nota algo molesto y descontento con alguna situación que se relaciona con su equipo laboral, la sugerencia, es ir a trabajar por algunos momentos lejos de ese grupo humano, ya que corre el riesgo –tal como sucede en la vida real– que usted se descargue injustamente con todo aquél que se encuentre muy cercano a usted, con el riesgo subsiguiente de perder la compostura y el buen trato hacia sus colaboradores y compañeros de aventura.

Finalmente, y tal como alguien alguna vez muy bien lo señaló, tenga presente, que la vida no se trata única y exclusivamente de ser un ganador o un perdedor, sino que se trata de ser uno mismo y dar lo mejor de sí.

Eso ya es un gran avance.

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