Cientos de mujeres se manifestaron en Tetas en el Obelisco Porteño
Una manifestación un poco bizarra, ocurrió hoy en el Obelisco de Buenos Aires con un tetazo para pedir por la soberanía sobre el propio cuerpo y reclamar un cambio cultural para no ser consideradas un objeto, en una protesta convocada tras un polémico operativo policial contra tres jóvenes que hicieron toples en una playa de Necochea.
La marcha se realizó en varias provincias argentinas con consignas como “La única teta que molesta es la que no se puede comprar”, Nuestros senos no deben ser censurados y llamados por la igualdad de género, en las manifestaciones, decenas de mujeres mostraron sus pechos.
Lo que pedimos es que haya un cambio de cultura, que se tire abajo la construcción violenta que existe sobre el cuerpo de la mujer.
Lo que pasó en Necochea fue sólo un disparador, pero nosotras siempre militamos porque deje de tomarse a la mujer como un objeto, dijo a los medios Lola Cufre, una de las organizadoras de la protesta, convocada por organizaciones feministas agrupadas en el colectivo Agitaciones Contra el Acoso Callejero.
Pareciera que si salís en tetas en una publicidad, en una revista o en el programa de el conductor de TV Marcelo Tinelli está todo bien porque apunta a un nicho de mercado, pero si ves a una mujer disfrutando de su cuerpo en una playa está todo mal y te mandan a la policía, dijo Ailen, una de las mujeres que participaron en la manifestación.
Convocada a las 17, la concentración sobre la Plaza de la República comenzó desde antes de las 16 y, a medida que fueron pasando los minutos, activistas, autoconvocados y curiosos colmaron el espacio peatonal.
En un rincón de la plaza, un grupo de mujeres de todas las edades prestó su torso para servir de lienzo donde pintar dibujos y consignas como soberanía sobre nuestro cuerpo, basta de opresión sexual, sobre mi cuerpo decido yo y no vinimos a mostrar las tetas, sino a ser libres.
En la protesta, algunas mujeres denunciaron que varios hombres se acercaron solo para mirar o desvirtuar el reclamo, contó Florencia, de 26 años.
Yo vine sin corpiño y estaba dispuesta a sacarme la remera, pero no tengo ganas de aparecer desnuda en el celular de un desconocido.
Me duele que se desvirtúe así esta movida que representa tanto para nosotras, dijo en diálogo con esta agencia.
Un joven, en tanto, se acercó a un grupo de chicas y les dijo que si ellas estaban desnudas, entonces él estaba en todo su derecho de masturbarse, lo que provocó la reacción de manifestantes y una pelea.
No puedo creer que haya hombres que vengan a mirar o a provocar. Las tetas no son un órgano sexual.
Yo vine con dos amigos desde Caseros a apoyar a las chicas porque creo que hay que ayudar a cambiar una mentalidad cerrada y arraigada hace mucho tiempo, se lamentó Facundo, de 17 años, quien concurrió con un corpiño azul a rayas blancas a apoyar la convocatoria.
En la manifestación se vivieron algunos momentos de tensión cuando, molestas por la cantidad de varones con cámaras y teléfonos tomado imágenes, un grupo de mujeres comenzó a corear se va, se va, el macho se va, y algunas empujaron a los curiosos hacia el costado de la céntrica Plaza de la República.
En tanto, cuando la mayoría de los participantes se había retirado pacíficamente, algunas mujeres pintaron un patrullero e hicieron inscripciones en paredes aledañas, y se generaron corridas aisladas.
La protesta comenzó a gestarse el sábado 28 de enero, luego de que en un operativo llevado a cabo en la localidad bonaerense de Necochea, una veintena de policías que llegaron a la playa en seis patrulleros amenazaron con detener a tres mujeres que tomaban sol con el torso desnudo si no se cubrían.
Unos días después, el juez en lo Criminal N°1 de Necochea, Mario Juliano, sostuvo que hacer toples no es un delito.
Un grupo de legisladores bonaerenses, en tanto, presentó dos proyectos, uno en el Senado y otro en la Cámara de Diputados, para derogar el artículo 70 del Código de Faltas local, que sanciona a quien con acto, palabra, dibujo o inscripción torpe u obscena ofendiera la decencia pública.
La policía buscó aplicar esa disposición en el caso de las mujeres que hacían toples en la ciudad balnearia.
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