Llora Boedo, Núñez y Avellaneda, Boca Campeón de la Copa de la Liga Profesional
En un estadio repleto y a pleno, los dirigidos por Battaglia golearon 3 a 0 al equipo de Tigre, y lograron un nuevo título en el ámbito local.
El categórico triunfo fue con goles de Rojo, Fabra y Vázquez, quienes levantaron el trofeo en la Copa de la Liga.
El Xeneize se consagró campeón de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) al derrotar con claridad a Tigre, por 3 a 0, en el encuentro decisivo que se jugó en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, ante más de 50.000 espectadores.
El experimentado central, Marcos Rojo anotó el primer gol del encuentro cuando se jugaban 48 minutos del primer tiempo, mientras que el lateral derecho Frank Fabra amplió la ventaja con un tremendo golazo a lo Roberto Carlos a los 23m. del complemento, y Luis Vázquez sentenció la victoria a los (40m. ST) para cerrar el marcador.
El equipo de Boca Juniors había terminado en la segunda colocación de la zona B en la primera fase del certamen, y para acceder al encuentro decisivo derrotó a Defensa y Justicia (2-0) en cuartos de final, y por penales (6-5), tras igualar sin goles, eliminó a Racing en la semifinal.
En tanto, Tigre había cerrado la fase inicial en la tercera ubicación de la misma zona B, y para llegar a la final dejaron en el camino a River Plate (2-1) y a Argentinos Juniors por penales (3-1), luego de igualar 1 a 1 en los 90 minutos.
En el comienzo del partido, fue superior Tigre, que con presión alta y recuperación dominaba la posesión de pelota, y hasta tuvo una opción clara cuando en un córner desde la derecha Boca marcó mal y de cabeza Víctor Cabrera tiró apenas desviado.
Pero del otro lado, Sebastián Battaglia se movilizaba en señas para sacar a su equipo del fondo, y así, pasados los 15 minutos el ‘auriazul’ emparejó el trámite, con el buen pie de Oscar Romero y Guillermo Fernández, más la explosión de Sebastián Villa y Eduardo Salvio, encontrándose con la pelota y explorando espacios en la defensa rival.
Primero tuvo una clara posibilidad de gol con un tiro libre de Villa desviado por Gonzalo Marinelli con una excelente volada, y llegó una gran jugada que finalizó con un gol anulado a Benedetto, cuando el árbitro Darío Herrera acudió a la ayuda del VAR para anular el tanto por posición adelantada del goleador.
Tigre perdía rápido cuando tenían la pelota, y así Sebastián Prediger y Ezequiel Fernández se desgastaban más de la cuenta corriendo detrás del balón, ya sin la presión del comienzo.
Luego el partido ingreso en un bache en los minutos finales del primer tiempo. Boca ya no lucía intensidad de mitad de cancha en adelante, de a poco los de Diego Martínez volvieron a acomodarse en el campo, y con un buen pasaje de Facundo Colidio por izquierda intentaban inquietar a la última línea ‘xeneize’.
Cuando se terminaba el primer tiempo, y Boca se encontró en tiempo de descuento con la ventaja, luego de un córner desde la derecha Rojo ganó en el área y con un buen cabezazo venció la débil resistencia de Marinelli, que no pudo evitar el gol.
De esta forma, todo era fiesta en las tribunas que ocuparon los hinchas boquenses durante el entretiempo, con la ilusión de acercarse a un nuevo título de su rica historia.
Pero el “Matador” de Victoria salió rápidamente en el complemento a buscar la igualdad, sin perder el orden en la defensa para controlar a los veloces delanteros rivales, se hizo del dominio del balón y comenzó a llegar una y otra vez al arco de Agustín Rossi.
A los 14 minutos avisó Mateo Retegui, dispuso de una doble chance, que primero sacó Rossi, y luego no pudo conectar de cabeza casi sobre la línea.
Boca se encontraba replegado, esperando alguna contra para aumentar la ventaja, aunque desde la tribuna ese clima festivo del entretiempo se transformaba en nerviosismo e incertidumbre.
Pero el colombiano Fabra despejó todas las dudas con su golazo, que logró con un potente zurdazo desde afuera del área, y así volvió la locura entre los fanáticos ‘xeneizes’, que colmaron la popular Artime, la platea Gasparini y la mitad sur de la platea Ardiles.
Luego llegarían los cambios, ovaciones para varios futbolistas del flamante campeón, con la idolatría a Benedetto como la más destacada, y los de Victoria sintieron demasiado el golpe del 2-0, sin mostrar reacción para ponerse nuevamente a tiro.
De esta manera, los de Battaglia se animaron a más, consiguieron el tercero por intermedio del ingresado Luis Vázquez para que el Kempes sea una fiesta en la agradable tarde cordobesa, aunque los fanáticos de Tigre también alentaron hasta el final, reconociendo la gran campaña del equipo, que hace solo seis meses lograron ascender a la máxima categoría.