Detuvieron a cinco estafadores que operaban con el “cuento del tío”

Una banda integrada por cinco hombres de nacionalidad peruana fue desarticulada por la Policía de la Ciudad tras ser sorprendidos en pleno intento de estafa bajo la modalidad del “cuento del tío”.

La investigación, que comenzó con la denuncia del reconocido periodista deportivo Horacio Pagani, permitió poner fin a una serie de engaños que acechaban a conductores desprevenidos en las calles porteñas.

Segundo párrafo (cita párrafo): “Me sentí absolutamente vulnerado”, confesó Pagani en su denuncia, tras ser víctima de un ardid que le costó 1.850.000 pesos por una falsa reparación vehicular. Su testimonio fue clave para iniciar la pesquisa que culminó con las recientes detenciones.

El caso que terminó con cinco detenidos se inició a principios de abril, cuando Horacio Pagani, histórico referente del periodismo deportivo argentino, radicó una denuncia tras ser engañado mientras conducía su auto.

Según relató, un hombre lo interceptó advirtiéndole de un supuesto desperfecto en una rueda. Alarmado, detuvo su vehículo, momento que fue aprovechado por otros dos sujetos que, fingiendo ser mecánicos, simularon una reparación de emergencia. Finalmente, lo coaccionaron para que abonara 1.850.000 pesos por un servicio inexistente.

Frente a esta situación, la División Investigaciones Comunales 3 (DIC3) de la Policía de la Ciudad desplegó un operativo de investigación que incluyó análisis de cámaras de seguridad tanto públicas como privadas, seguimiento de patrones de movimiento y tareas de campo encubiertas.

El trabajo silencioso de los investigadores permitió identificar a parte de la banda y los lugares que frecuentaban, armando un esquema del modus operandi de los estafadores.

La semana pasada, mientras realizaban tareas preventivas en la zona de San Cristóbal, efectivos policiales reconocieron a dos de los sospechosos cargando una caja de herramientas.

Discretamente, los siguieron varias cuadras hasta llegar a Humberto Primo al 3200, donde se encontraron con otros tres sujetos manipulando un Toyota Corolla.

Según se supo, los delincuentes estaban en plena acción: intentaban convencer a un hombre de 67 años, propietario de un automóvil, de un falso desperfecto mecánico.

Uno de ellos le señaló un supuesto problema en una de las ruedas y le ofreció “ayuda” para solucionarlo. Luego de la puesta en escena, le solicitaron un adelanto de 5.000 pesos en efectivo para comprar un repuesto que nunca llegaría.

Gracias a la intervención inmediata de la Policía, los cinco hombres fueron detenidos en flagrancia. Se trata de individuos de nacionalidad peruana, con edades que oscilan entre los 27 y los 46 años.

Entre sus pertenencias, los efectivos encontraron elementos fundamentales para montar las estafas: herramientas mecánicas, piezas de tren delantero, lubricantes, pintura en aerosol, talonarios de boletas apócrifas, cinco teléfonos celulares y dinero en efectivo.

Uno de los hallazgos más relevantes fue un remito con membrete que coincidía exactamente con el utilizado en la estafa a Pagani, lo que terminó de cimentar la conexión entre ambos hechos y permitió robustecer la causa judicial.

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 55, a cargo de la Dra. Alejandra Alliaud y la Secretaría N° 55 de la Dra. María D’Esposito, tomó intervención inmediata, ordenando la detención de los implicados y el secuestro del vehículo y los elementos empleados en los engaños.

La modalidad delictiva utilizada por esta banda no es nueva en Buenos Aires. De hecho, en los últimos años, las estafas bajo la forma del “cuento del tío” han mutado: desde llamados telefónicos engañosos hasta abordajes callejeros como el que sufrió el periodista.

Las autoridades remarcan que, en muchos casos, las víctimas son adultos mayores o personas vulnerables que, ante la preocupación, confían en los falsos samaritanos.

Según datos oficiales de la Policía de la Ciudad, en 2024 las denuncias por estafas de esta naturaleza aumentaron un 18% respecto al año anterior, una cifra alarmante que obligó a reforzar las campañas de prevención y los patrullajes en zonas críticas.

“Estamos muy satisfechos con el resultado de esta investigación. Se trataba de una organización con un nivel de planificación importante”, explicaron desde la DIC3.

El operativo no solo evitó que otro ciudadano fuera víctima del engaño, sino que también desbarató una banda que podría haber seguido actuando con total impunidad.

Por su parte, Horacio Pagani expresó su alivio al conocerse las detenciones. “No se trata sólo del dinero, es el dolor de la traición, la sensación de inseguridad total. Ojalá esta noticia sirva para alertar a otros”, declaró el periodista al ser consultado.

Desde la Policía recomendaron a la población extremar los cuidados: no detenerse ante desconocidos que adviertan problemas mecánicos en la vía pública, llamar inmediatamente al servicio de emergencias 911 y, de ser necesario, acudir a talleres de confianza para verificar el estado del vehículo.

Asimismo, recordaron que los estafadores suelen mostrarse amables y solidarios como parte de su estrategia de manipulación emocional, por lo que la mejor defensa es la prevención y la desconfianza razonable.

Mientras avanza la investigación judicial para determinar si hay más víctimas asociadas a esta banda, las autoridades porteñas insisten en la importancia de denunciar cualquier hecho sospechoso, ya que cada testimonio ayuda a desarticular estas redes criminales.

Como periodista y ciudadano, me resulta inevitable pensar en cuántas veces más una simple advertencia en la calle puede esconder una trampa.

La historia de Horacio Pagani expone una herida social profunda: la vulnerabilidad cotidiana. Y en tiempos donde la confianza escasea, quizás el mayor acto de precaución sea también un acto de amor propio.

¿Qué es el “cuento del tío”?

Es un método de engaño o estafa donde los delincuentes simulan una situación urgente o riesgosa para ganarse la confianza de la víctima y lograr que entregue dinero, objetos de valor o información personal. Usan la sorpresa, la urgencia y el miedo para manipular emocionalmente.

Modalidad: supuestos problemas mecánicos en la calle
En este caso, el estafador:

  • Se acerca a una persona que va manejando o está estacionada.
  • Le advierte sobre un “problema grave” en el auto (como una pérdida de aceite, un tornillo flojo o una falla en la rueda).
  • Finge ser un “buen samaritano” o “mecánico solidario” que puede ayudar.
  • Simula una reparación.
  • Luego, exige el pago inmediato de una suma exorbitante por un servicio que en realidad nunca se hizo.

Consejos para no caer en esta estafa

  • Desconfía de advertencias en la vía pública.
    Si alguien te dice que tu auto tiene un problema, no te alarmes ni aceptes ayuda en el momento.
  • No te detengas de inmediato.
    Si estás manejando y alguien te hace señas, continuá hasta un lugar seguro: una estación de servicio, un lugar iluminado o un sitio concurrido.
  • No permitas que extraños manipulen tu vehículo.
    Aunque se presenten amablemente, no dejes que toquen o revisen tu auto.
  • Llamá a tu seguro o servicio de asistencia.
    Ante la duda, comunicate con tu compañía de seguros o una grúa oficial. No trates con desconocidos.
  • Pedí identificación.
    Si alguien dice ser mecánico, policía o inspector, solicitale credenciales. No aceptes servicios si no estás seguro de su identidad.
  • No entregues dinero en efectivo.
    Nunca pagues en el momento por reparaciones improvisadas. Cualquier gasto debería ser canalizado de manera formal.
  • Alertá al 911 si te sentís amenazado o en peligro.
    La Policía puede asistirte de inmediato si sospechás que alguien quiere estafarte.
  • Mantené la calma.
    La urgencia emocional es parte de la estafa. No tomes decisiones apresuradas.
  • Verificá tu auto en un taller de confianza.
    Si te quedó la duda sobre algún daño, hacé revisar tu vehículo por un mecánico de confianza.

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Ayudar a que otros estén alerta puede evitar que más personas sean víctimas.

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